viernes, 26 de febrero de 2016

El sueño más allá del reposo, retomando la onirocrítica.


El dilema de los sueños, la ventana a lo más profundo de la psique, derivado de la falta, no como el acto fallido. Si no como algo perteneciente a lo inconsciente. Este primer pensamiento es descrito a profundidad en la lectura de Freud (La interpretación de los sueños, 1900). Sin embargo, que es lo que se intenta describir con esta primera paráfrasis: ¿Son acaso los sueños algo derivado de  lo qué cae en el error, o en la necesidad?,  o son algo que parte del deseo, el que no podemos palpar, ni cumplir; una expectativa lejana.Este es el punto que  intentare profundizar, si bien no crear una  "verdad absoluta", o un mero ideal, si para poder acercarnos un poco a la ambigüedad percibida de lo sueños.


Entonces comencemos por las metáforas en los sueños, en La Interpretación de los sueños de Freud, se refieren estudios en donde los estímulos percibidos durante el sueño afectan la representación de estos (estos estudios parten de hipótesis de la teórico cognitivo conductual).Freud cuestiona esta teoría y comienza a desarrollar el cómo los sueños tienen una relación cercana con eventos vividos, recuerdos, pequeños "retazos" de memoria que parecen no tener conexión. Explicando que el aparato psíquico, a partir de la creación de conexiones, establece simbolismos que representan cuestiones de importancia para la persona.

Los simbolismos dentro de los sueños, se encuentran en lo mas profundo del  aparato psíquico, "la esencia" por nombrarlo de alguna manera. Sin embargo, aquí lo nombraremos lo inconsciente (Freud 1990), es decir aquello que se encuentra en nosotres, pero que en varias ocasiones nos pareciera ajeno su significado.Aun cuando este mismo se encuentra ahí,solo no accesible de forma inmediata, dejándolo de lado, o aparentemente olvidado.Esto podemos observarlo en los primeros momentos del despertar, ya que al terminar nuestro reposo llegamos a recordar algunas partes de nuestros sueños. Aunque ya en el trascurso del día no podamos evocarlos, esto en la mayoría de los casos. En el consultorio llegan personas que siguen evocando sueños de hace días, inclusive que lo han soñado más de una vez, pensándolos como “irrelevantes”, tal vez con personas que no conocen e inclusive lugares que no parecieran reconocer.

En el consultorio el trabajo básico es dejar que la persona establezca las conexiones entre suenos. Dejando que las personas vayan poco a poco encontrando los significados a los significantes en sus sueños . Dentro de su imaginario, se puede encontrar una resolución a aquello que revelado y  dar a la persona una posibilidad de pasar todo esto a lo consiente.

Es del punto planteado en el párrafo anterior que partiré para hablar  del título mismo de este artículo: La onirocrítica, es decir la crítica del sueño, del ser mismo, una cuestión existente desde la antigüedad, algo que se veía en los oráculos de la antigua Grecia, una persona a la que se acudía por consejo en la antigüedad. No podría decir que los sueños son un consejo absoluto, incuestionable. Pero si que el retomarlos, desde nuestro propio sentido crítico, amplia un poco la perspectiva que tenemos como sujetos.

La onirocrítica habla de cómo la persona, fomenta su sentido crítico, es decir que como sujetos (pensando en el concepto de Foucault de “sujeto sujetado”), se puede llegar a ser consiente de cuestiones, problemáticas, objetos, sentires, dudas, alterar nuestra manera de pensar, y actuar. Ya no desde la energía contenida en el inconsciente, si no desde la perspectiva del ser consiente.

miércoles, 3 de febrero de 2016

Presentación del blog: "Un amanecer"

Para empezar con este blog me gustaría exponer un pensamiento sublime para hablar de las ideas, de la psique, de aquello que subyace; como bien dice Borges, "…como un bosque, como un río…" Partiendo de ello quiero comentarles el porqué de este espacio.

Espacio Eos está dedicado a ti; un espacio creado para compartir y crear ideas de contenido psicológico.

Soy de profesión psicólogo, alguien que estableció un contrato simbólico de complicidad con esta profesión y con aquellos dispuestos a ser y existir a partir de la mirada del otro, del lenguaje y su complejidad; reflexionar sobre la importancia de la memoria para la cultura y el lugar en que nos posicionamos como sujetos.

Mi nombre es: César A. De la Rosa, psicólogo clínico con gusto por el psicoanálisis, con experiencia en derechos humanos, género, violencia, disidencia y diversidad sexual. Nunca un experto, solo un observador. A veces un crítico, otras un sujeto.

Les doy la bienvenida a este espacio, el cual como he dicho, es para y por ustedes.

martes, 2 de febrero de 2016

Amanecer

"En la honda noche universal
que apenas contradicen los faroles
una racha perdida
ha ofendido las calles taciturnas
como presentimiento tembloroso
del amanecer horrible que ronda
los arrabales desmantelados del mundo.
Curioso de la sombra
y acobardado por la amenaza del alba
reviví la tremenda conjetura
de Schopenhauer y de Berkeley
que declara que el mundo
es una actividad de la mente,
un sueño de las almas,
sin base ni propósito ni volumen.
Y ya que las ideas
no son eternas como el mármol
sino inmortales como un bosque o un río,
la doctrina anterior
asumió otra forma en el alba
y la superstición de esa hora
cuando la luz como una enredadera
va a implicar las paredes de la sombra,
doblegó mi razón
y trazó el capricho siguiente:
Si están ajenas de sustancia las cosas
y si esta numerosa Buenos Aires
no es más que un sueño
que erigen en compartida magia las almas,
hay un instante
en que peligra desaforadamente su ser
y es el instante estremecido del alba,
cuando son pocos los que sueñan el mundo
y sólo algunos trasnochadores conservan,
cenicienta y apenas bosquejada,
la imagen de las calles
que definirán después con los otros.
¡Hora en que el sueño pertinaz de la vida
corre peligro de quebranto,
hora en que le sería fácil a Dios
matar del todo Su obra!
Pero de nuevo el mundo se ha salvado.
La luz discurre inventando sucios colores
y con algún remordimiento
de mi complicidad en el resurgimiento del día
solicito mi casa,
atónita y glacial en la luz blanca,
mientras un pájaro detiene el silencio
y la noche gastada
se ha quedado en los ojos de los ciegos."


Jorge Luis Borges